Al norte de la casa se encuentra el olivar con unos 500 árboles, entre los cuales hay olivos centenarios. El microclima especial, que se caracteriza por una gran amplitud térmica, favorece la producción de un aceite de alta calidad, especialmente apreciado por su baja acidez.
Teniendo en cuenta la forma del terreno, que no se ha sometido a las necesidades del hombre, la cosecha no se ha mecanizado y se lleva a cabo en noviembre, con las mismas técnicas de los antiguos agricultores.
En la parte posterior de la casa se puede visitar la "sala del aceite": Escuchar la explicación de Giovanni de los diferentes pasos de la producción y saborear un producto "en el kilómetro cero" ¡será una experiencia única!